a través de impulsiones eléctricas transmitidas por electrodos situados en superficie. La electroestimulación reproduce los procesos que intervienen en la contracción muscular controlada por nuestro cerebro.
Cuando queremos contraer un músculo, nuestro cerebro envía corrientes eléctricas por las fibras nerviosas al nervio motor, que transmite la información al músculo y provoca la contracción muscular. Al utilizar la electroestimulación, la excitación se produce directamente en el nervio motor. El músculo es incapaz de hacer la diferencia entre una contracción voluntaria provocada por el cerebro y una contracción provocada por el aparato de electroestimulación.
¿Qué tipo de electroestimulador debemos utilizar?
Debemos utilizar un aparato de baja frecuencia (de 1 a 120 impulsos por segundo) que nos asegure una contracción muscular potente, visible y fisiológica, exenta de sensaciones eléctricas desagradables y que no produzca irritaciones o quemaduras en la piel como pueden llegar a hacer algunos aparatos muy simples que vemos en anuncios de TV.
Los estimuladores musculares pueden tener de uno a cuatro canales (o vías de salida de la corriente). Cuantos más canales tenga nuestro aparato, mayor será el número de grupos musculares que podremos a tratar, sobre todo si el aparato es capaz de ejecutar dos programas distintos al mismo tiempo.
Un canal de estimulación se compone de dos electrodos: un electrodo positivo, con la punta del cable roja y un electrodo negativo, con punta del cable transparente.
¿Qué ventajas tiene?
Ventajas demostradas:
- Facilita la recuperación del músculo fatigado después de la competición, o de un entrenamiento intenso.
- Incrementa la fuerza, la fuerza explosiva, la fuerza-resistencia, y la resistencia aeróbica, al efectuar una actuación selectiva de los distintos tipos de fibras musculares.
- Hace un intenso trabajo muscular, exento de fatiga psicológica y estrés general.
- Desarrolla una red de capilares alrededor de las fibras rápidas, con un aumento y una mejora sustancial de la microcirculación sanguínea del músculo.
Ventajas posibles:
- Contraer una cantidad de fibras musculares superior a las que se obtendrían con algún tipo concreto de contracción voluntaria.
- Modificar la tipología de las fibras musculares, así como su elasticidad.
A pesar de las ventajas de estos aparatos, hay que ir con cuidado. Al igual que existen buenos y malos entrenamientos voluntarios activos, también existe una gran variedad de electroestimuladores buenos y malos, que pueden ser eficientes, poco eficientes e incluso algunos dirán ser mágicos en cuanto a sus logros y posibilidades. La gran diferencia estará en contar no sólo con un buen aparato, sino también que tenga los programas que puedan interesarte.
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